MANIFIESTO 25N 2018: contra la violencia machista, lucha feminista
Este 25N nos volvemos a reunir en la calle pero no es igual que todos los años. Este año 2018 hemos demostrado que las mujeres estamos hartas de la desigualdad, estamos hartas de este sistema y de las múltiples formas con las que el patriarcado ejerce su violencia sobre nuestras vidas. Este año 2018 estamos empoderadas y somos más conscientes que nunca de que contra la violencia machista, lucha feminista.
Hoy estamos aquí para denunciar los 89 feminicidios y asesinatos de mujeres este año en España. Queremos reconocer a todas las personas que sufren la violencia machista, mujeres empoderadas que le plantan cara al patriarcado, personas de Géneros, Orientaciones y Expresiones Diversas que atacan la cisheteronormatividad impuesta por el sistema patriarcal, niños y niñas que sufren y conviven con la violencia.
Este año estamos en lucha porque volvemos a ver que el anunciado pacto de Estado todavía no se ha puesto en marcha y que lejos de modificarse leyes y avanzar en reducir la violencia institucional que nos revictimiza, nos hemos encontrado con una justicia patriarcal androcentrista a cara descubierta. El juicio y la sentencia de ‘La Manada’ es una muestra del sesgo patriarcal que se proyecta en infinidad de estereotipos y juicios de valor que se ven reforzados por una cultura de la violación normalizada e integrada en nuestra sociedad.
Lucha feminista para denunciar una cultura de la violación que se alimenta de una sexualidad basada en la dominación y no en la reciprocidad, que normaliza la mercantilización de los cuerpos de las mujeres y su concepción de objeto al servicio de los deseos masculinos. Necesitamos una educación afectiva-sexual dentro de la red educativa pública en todos sus niveles, que nos ayude a alejarnos de la heteronormatividad, los roles de género y el amor romántico para poder relacionarnos sexual y/o afectivamente sin relaciones de poder para realmente acabar con la desigualdad y las violencias machistas.
Sin maltratadores no hay maltrato. Necesitamos la implicación de los hombres para cuestionar sus privilegios y acabar con el uso de la vuiolencia para mantenerlos.
Lucha feminista para reformar en profundidad el Código Penal porque también debemos revisar los privilegios que se sustentan en las leyes, leyes pensadas por y para el patriarcado. Hoy ponemos encima de la mesa que un maltratador no es un buen padre, que no son cosas que se puedan separar y que la patria potestad debe dejar de ser un derecho para ser un deber a cumplir. Queremos dejarles claro a jueces y fiscales que las mujeres deben poder defender la integridad de sus hijos e hijas ya que el sistema no lo garantiza, como demuestranb las 8 niñas y dos niños asesinados este año.
La manada lleva toga y han lanzado el mensaje de que ejercer violencia contra las mujeres sale barato. Así que seguiremos gritando “hermana yo si te creo” y “todas somos Juana” Hasta que hayamos limpiado de patriarcado el sistema que debe garantizar nuestra seguridad.
Sabemos que el pacto de estado tiene una larga lista de medidas, todas necesarias a la vez que escasas, nos parece que se queda escaso pero sin duda si no se implementan todas y cada una de las medidas no será solo insuficiente sino que será ineficaz y eso no nos lo podemos permitir. Apelamos a la responsabilidad de todos los partidos políticos para que en cada una de las instituciones se apliquen las medidas y los compromisos presupuestarios. Basta de excusas y de buenas intenciones! Queremos hechos contundentes porque nos están matando!
Este año 2018 también ha sido el año de la lucha por unas pensiones dignas que en el caso de las mujeres vuelve a ser un reflejo de la desigualdad. Porque cuando pensaron en los derechos económicos solo reconocieron el empleo e ignoraron el trabajo de cuidados que realizan las mujeres.
Las mujeres no se jubilan, trabajan cuidando toda la vida pero aún así las pensiones a las que acceden son de miseria. La temporalidad de los empleos, las reducciones de jornada, las excedencias o incluso el dejar de tener un empleo para cuidar. Sumado a que los trabajos feminizados están infravalorados. Hacen que la brecha en las pensiones sea escandalosa.
Lucha feminista porque estamos hartas de un sistema que solo nos da migajas. Este sistema lo sostenemos las mujeres así que queremos un acceso real a los derechos económicos. Un sistema de pensiones que reconozca nuestro trabajo en la sociedad y del que se eliminen los sesgos de género.
Porque ignorarnos, infravalorarnos y mantenernos en la pobreza también es violencia patriarcal hoy venimos a denunciarla y a decir bien alto que la lucha feminista lo va a cambiar.
Y este año en que se ha juzgado el caso de Alexandra, también queremos hablar de los puntos de encuentro en nuestra ciudad.
Los puntos de encuentro se pensaron para ser el lugar físico donde se cumplan las medidas judiciales dictaminadas en procesos de divorcio y en separaciones provisionales de los/as menores respecto de sus progenitores. Pero se están utilizando también en los casos de violencia de género en vez de articular el recurso específico que se necesitaría.
Lucha feminista porque los puntos de encuentro ponen en riesgo a las mujeres supervivientes y a sus hijos e hijas y no se ha hecho nada para modificarlo. Por eso exigimos un recurso público que garantice la seguridad de las mujeres y cuya atención la realicen personas formadas en violencia de género.
Estamos hartas de que nuestras instituciones se ahorren dinero a costa de nuestras vidas. Creemos que el compromiso contra la violencia no se puede quedar en campañas publicitarias, queremos acciones concretas que nos salvaguarden y que entran dentro de su responsabilidad.
Hoy hemos visibilizado multitud de violencias machistas que durante siglos han conformado un muro, un muro invisible y muy eficaz para mantener la desigualdad. Este muro va a caer, la lucha feminista lo va a derribar, juntos y juntas lo lograremos.
Este 25 de noviembre decimos alto y claro ¡Contra las violencias machistas, lucha feminista!